Las ilustraciones del estudio Deck Two para el proyecto Global City surgen como una interpretación de cómo entendemos hoy la ciudad. Cuál es la significación asociada a lo urbano y cuáles los elementos necesarios para su identificación desde el imaginario colectivo.
Una de las consecuencias del mundo globalizado en que vivimos sería la inmediatez con la cual podemos acercarnos a las representaciones gráficas y audiovisuales de cualquier ciudad del mundo. Esto supone que a pesar de la imposibilidad de trasladarse a una ciudad en concreto existan elementos que nos permitan imaginar la silueta urbana, infraestructura y arquitectura de dicha ciudad, pero conlleva a su vez la cuestionable pertinencia de la directa asimilación y consecuente reducción del total de una ciudad a estos hitos.
La importancia que estos elementos llegan a alcanzar es tal que se convierten en las imágenes urbanas hasta el punto de poder plantearnos, ¿Qué sería de Sidney sin la Casa de Ópera o de Nueva York sin el Empire State? Estos hitos son repetidos continuamente como productos mediáticos y simbólicos de tal modo que han sido incrustados en el imaginario colectivo de un gran parte de la población global. Tal es así que podríamos aplicar la interrogante anterior a la inversa. ¿Qué sería de la Torre Eiffel sin París o del Golden Gate sin San Francisco? La dicotomía entre el hito y la ciudad afianza la relación intrínseca y duradera entre la arquitectura y el sitio donde fue materializada.
Con el fin de recalcar el papel protagonista e identificativo que han adquirido estos elementos, el ejercicio pretende representar en un mural la ciudad global, un territorio donde, hipotéticamente, se congreguen los hitos más influyentes y reconocidos de la historia del planeta, desde el Coliseo de Roma y la Sagrada Familia, pasando por la Torre Eiffel y el Puente de Brooklyn, hasta los rascacielos asiáticos de las últimas décadas, descontextualizándolos al ubicarlos en una nueva ciudad ficticia, de fuerte influencia del urbanismo norteamericano y un estilo de dibujo lúdico y didáctico.
Esta reflexión que plantea el ejercicio se podría entender en relación a un cuestionamiento de la relación que la arquitectura contemporánea establece con la ciudad. Una arquitectura que en muchos casos parece dar la espalda a la ciudad para emerger como elemento icónico y autónomo. Por la falta de diálogo con el lugar donde se inserta plantea la duda de si podría funcionar indistintamente en diferentes ciudades y sin embargo, paradójicamente, se convierte a su vez en la imagen de la ciudad donde se implanta, promocionándola internacionalmente. vía Arquine
